En un invernadero (semi) cerrado, el suministro de aire se realiza a menudo a través de las fachadas. Esta malla de fachada se puede aplicar de muchas formas diferentes; de malla acordeón a malla plana. La apertura constante de la malla y el sellado perfecto garantizan que los insectos dañinos no puedan entrar y los insectos beneficiosos no puedan salir.